miércoles, 23 de junio de 2010

Arte


Se que es pretencioso, pero no me interesaría el bonsai sino fuera por lo que tiene de relación con el arte. Supongo que es porque me dejé algo atrás, algo que no pude encontrar porque no lo busqué. El bonsai como expresión de emociones, eso es lo que me interesa, a eso aspiro.
Esto lleva implícito una parte estética y otra parte que también me fascina: participar en la naturaleza, ser consciente del paso de las estaciones de una manera, digamos, activa. Esto último creo que no lo puedo transmitir con palabras. Lo más cercano que puedo llegar a decir es que yo, antes, me abrigaba cuando venía el frio y me ponía las chanclas cuando llegaba el calor. A eso me limitaba. Ahora no soy consciente del paso del tiempo cuando observo mis árboles; de repente miro el relog y han pasado dos horas, y lo único que he hecho ha sido mirar como la hoja de un arce simplón "pierde la comunicación con el árbol" y de un día para otro, antes de caer, antes de morir, deja lo mejor de si. Es un momento efímero que contiene... el sentido de la vida.

Sospecho que si sigo con esto llenaré mi tiempo de esas emociones y quizás seré capaz de expresarlas.

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