viernes, 31 de diciembre de 2010

La cola del viento

Pues ahora resulta que me paro con más frecuencia. Me quedo embobado contemplando algo tan simple como un árbol por la calle.'¿Pero quieres escucharme?' me dice mi mujer. Pero yo solo puedo pensar en que esa rama hay que bajarla un poco más. Al día siguiente vuelvo a pasar por el mismo sitio y vuelvo a pensar en lo mismo, y mi mujer me dice que parezco idiota.
En mi trabajo coleccionan bromitas a mi costa. Lo del tamaño es bastante socorrido para ellos. Uno me llama 'el hombre de los arbolitos pequeñitos', y hace una reverencia al saludarme. Hay otra que socarronamente me pregunta que qué tal los potos.
De vuelta a casa siempre reduzco la velocidad de mi coche al pasar por un lugar en el que hay un árbol, ya muerto en la cuneta, que parece que alguien podó y alambró de lo perfecto que está. Siempre hay alguién que me pita. Yo me extraño de que nadie más se pare a contemplarlo.
Ya en casa mi mujer me pide que saque al perro. Antes de hacerlo entro este roble y lo pongo en la mesa de la cocina para verlo mejor. Me quedo cuarenta minutos mirándolo. Apenas me muevo. Mi perro me mira ladeando la cabeza y me doy cuenta del tiempo que ha pasado. '¡Paaablo!, ¿vas a sacar al perro o no?'.
Finalmente salgo con la esperanza de que la farola de la esquina, la que está al lado del Mercadona, no este apagada, como estos últimos días, porque así puedo ver mejor el olmo del parque. La gente me ve mirando hacia arriba y me imita, con la esperanza de ver un ovni, digo yo.

No saben que como dice Extremoduro 'agarrado un momento a la cola del viento, me siento mejor'

Menos mal que los martes tengo la oportunidad de reunirme con locos como yo que me entienden.

6 comentarios:

  1. Está claro, Pablo, que lo que tienes es la incurable "enfermedad del bonsái", cuyos síntomas solo podrás reducir con dosis de alambrado, trasplantes, desfoliados, etc. Considérate afortunado de tener esa "enfermedad" y ojala la padezcas de por vida, pues hará que esta sea mas larga y gratificante.
    Un saludo y feliz año.

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  2. viva la enfermedad y la sintomatologia, esa en la qeu disfrutar de tu entorno mirando y viendo mas allá, sintiendo la energia de ese ser, el arbol, la montaña la naturaleza te penetra hasta lo más profundo. a los del curro dejalos no estas solo ,y tampoco solo somos los 2... hay cosas qeu no se pueden explicar, hay cosas ... que no merece la pena explicar ... sino eres capaz de sentir, de conmoverte-

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