abril 2010 |
Me cuesta comprender como puede pasar por ser natural este estilo tan formal de bonsai. Me resultan mucho más naturales e interesantes estéticamente los literati, que según tengo entendido fue un estilo de bonsai que surgió como una ruptura con las normas de los bonsais clásicos.
abril 2011 |
Un poco confuso mi comentario, lo reconozco, pero como es mi blog...
En lo tocante a la técnica, este bonsai me está enseñando bastante más que los demás que tengo. El alambrado es complicado pero muy necesario porque es poco el tiempo que tienes para hacerlo antes de que la rama sea demasiado dura para poder doblarla. Además, el hecho de ser un árbol perenne lo dificulta aun más porque debes extremar el cuidado para no estropear brotes. En noviembre/diciembre es buena época por lo que he podido constatar, por que la azalea en invierno pierde parte de las hojas y es este un momento en el que puedes aprovechar para ver mejor la estructura. Se podría hacer también despues de la floración, momento en el que si tuviéramos la ramificación primaria alcanzada y solo buscáramos brotación trasera, pinzaríamos a dos hojas. No ha sido el caso de mi árbol al menos hasta ahora, que ya he alcanzado la longitud deseada en alguna rama.
abril 2012 |
Las decisiones que he tomado en cuanto al diseño, me las ha aconsejado siempre Juan Escohotado, y este año hemos cortado una rama trasera del último tercio del árbol que ha dejado un espacio vacio que seguro que notais en la última foto. El problema era doble: por un lado la rama nacía del mismo sitio que nacen dos ramas más lo cual estaba engordando la zona feamente. Por otro lado, era una rama desproporcionada para el sitio que ocupaba. Tendré que esperar a obtener algún brote mejor posicionado para volver a llenar ese hueco. Tengo que decir que yo no tenía las ideas claras con respecto a esta zona del árbol, sabía que sobraban ramas, pero nada más. No deja de sorprenderme lo claro que lo ve siempre Juan todo. Es como si pudiera ver el futuro.
Todavía tengo que aclararla un poco, y dejar solo dos de los tres o más brotes que salen de cada extremo de las ramas, a los lados del capullo de flor, que lleva desde el invierno formado.