lunes, 30 de abril de 2012

El vidente



abril 2010
Si he de ser sincero, pocos árboles he visto yo en la naturaleza que tengan la estructura, el aspecto que trato de desarrollar en mi azalea. Me dejo llevar por los cánones de belleza que dictan los que saben, y para que nos vamos a engañar, me encanta el árbol, me gusta pasarme horas mirándola. Sin embargo hay otros estilos que me resultan más atrayentes por ser más naturales.
Me cuesta comprender como puede pasar por ser natural este estilo tan formal de bonsai. Me resultan mucho más naturales e interesantes estéticamente los literati, que según tengo entendido fue un estilo de bonsai que surgió como una ruptura con las normas de los bonsais clásicos.

abril 2011
Yo opino que de lo que se trata al hacer bonsai es de idealizar la naturaleza, los árboles, y no de realizar una representación en miniatura de estos. Y de aquí todavía no me ha sacado nadie. Al fin y al cabo en esto es en lo que consiste el arte, ¿no? Pero claro, aquí entramos en un terreno un tanto pedregoso, porque para algunos esto del bonsai es como mucho artesanía.
Un poco confuso mi comentario, lo reconozco, pero como es mi blog...
En lo tocante a la técnica, este bonsai me está enseñando bastante más que los demás que tengo. El alambrado es complicado pero muy necesario porque es poco el tiempo que tienes para hacerlo antes de que la rama sea demasiado dura para poder doblarla. Además, el  hecho de ser un árbol perenne lo dificulta aun más porque debes extremar el cuidado para no estropear brotes. En noviembre/diciembre es buena época por lo que he podido constatar, por que la azalea en invierno pierde parte de las hojas y es este un momento en el que puedes aprovechar para ver mejor la estructura. Se podría hacer también despues de la floración, momento en el que si tuviéramos la ramificación primaria alcanzada y solo buscáramos brotación trasera, pinzaríamos a dos hojas. No ha sido el caso de mi árbol al menos hasta ahora, que ya he alcanzado la longitud deseada en alguna rama.
abril 2012

Las decisiones que he tomado en cuanto al diseño, me las ha aconsejado siempre Juan Escohotado, y este año hemos cortado una rama trasera del último tercio del árbol que ha dejado un espacio vacio que seguro que notais en la última foto. El problema era doble: por un lado la rama nacía del mismo sitio que nacen dos ramas más lo cual estaba engordando la zona feamente. Por otro lado, era una rama desproporcionada para el sitio que ocupaba. Tendré que esperar a obtener algún brote mejor posicionado para volver a llenar ese hueco. Tengo que decir que yo no tenía las ideas claras con respecto a esta zona del árbol, sabía que sobraban ramas, pero nada más. No deja de sorprenderme lo claro que lo ve siempre Juan todo. Es como si pudiera ver el futuro.
Todavía tengo que aclararla un poco, y dejar solo dos de los tres o más brotes que salen de cada extremo de las ramas, a los lados del capullo de flor, que lleva desde el invierno formado.

martes, 3 de abril de 2012

Solo un paso

Lo mismo os acordais de mi arce arakawa, un árbol en bruto al que podé todas las ramas e intenté obtener y más tarde desarrollar brotes bien orientados. Bueno pues es otro de  los árboles que he trasplantado este pasado mes de marzo. He utilizado una maceta esmaltada blanca, grande, y más cuadrada que rectángular. Esto último es para conseguir que las raices crezcan por todos lados de igual manera.
Tenía ganas de sacarlo de la caja donde lo tenía, y alegrarme la vista un poco. Además, es más facil trabajarlo y admirarlo en esta maceta.
El estado de las raices no es muy bueno, ya que el árbol tiene como tres grandes patas independientes (no se si podeis verlo bien en la foto). De cada una de estas patas (una de ellas demasiado alejada del tronco como para no pensar en ir reduciéndola poco a poco) tiene sus propias raices, con lo que comprendereis la dificultad de formar un nebari decente con este material. Esto se disimula bien una vez en la maceta, pero no veo claro el futuro en este sentido.

El año pasado conseguí proteger los delicados brotes que me interesaron (utilicé un alambre grueso y fui fabricando un camino a modo de tunel para que ni la lluvia ni el viento los hecharan a perder). Después dejé crecer las ramas sin más, podando unicamente el ápice para que la fuerza se dirigiera a las demás ramas. Cuando las ramas superaron el metro, decidí alambrar los extremos para dirigirlas hacia arriba. De  esta manera conseguía que no me molestaran y que las ramas crecieran mucho más estando dirigidas hacia la luz del sol. Ni que decir tiene que solo el inicio de la rama me serviría, con lo que las doblé a partir de la segunda o tercera yema. Cuando vi que las ramas se sostenían solas retiré el alambre.
Por último, este mes pasado procedí a podar las ramas como he dicho, cuidándome mucho de la retirada de sabia. Lo he hecho cuando los brotes más avanzados ya estaban casi abiertos, y a diferencia de otros años, en los que no he esperado tanto, el árbol no ha llorado apenas.
Ahora, he dejado unos dos brotes por rama, por si me falla alguno, pero está claro que solo uno de ellos me interesa en función de su situación.

Este año exáctamente igual que el anterior: se trata de formar la ramificación primaria.
Si, si, ya se, también tengo que cerrár esa cicatriz. Lo del bricolaje se me resiste, soy demasiado perezoso. Hay que tapar el agujero con esas pastas de dos materiales, y dejarlo plano, facilitando el camino al labio de cicatrización que de esa manera podrá avanzar y cerrar la herida.


¡Feliz Semana Santa!

lunes, 2 de abril de 2012

Recuperaciones 2. Dos primaveras.

Eso es lo que lleva este prunus dulcis conmigo; la primera en un colador, y esta segunda en una maceta de bonsai. Se encontraba cerca de una fábrica de ladrillos, junto a una cuneta. Lo saqué en enero de 2011. No fui a por él, sino a por uno mucho más grande que estaba a su lado. Cavé mucho hasta alcanzar el nivel de las raices y pronto me di cuenta de que lo del grande era imposible, no merecía la pena tanto esfuerzo por un árbol que tampoco era una maravilla. Sin embargo al cavar desenterré este otro al que no dejé más que unas pocas raices gruesas. Hoy el almendro grande ya ha desaparecido, estaba en una zona donde no paraban de hacer obras, sin embargo su hermano pequeño está como veis. Es uno de los pocos casos en los que la palabra 'recuperación' no es un eufemismo.
El año pasado, tras comprobar que brotaba sin problemas decidí suprimir los brotes que consideraba que salian en mal lugar, y solo dejé las ramas que veis en la primera foto.
En enero pasado, cuando finalmente tiró todas las hojas, probé a podar dejando solamente las dos primeras yemas de cada una de esas ramas importantes para mi diseño. No me imaginaba yo la respuesta del árbol. Comenzó a brotar una semana más tarde de tal manera que decidí trasplantarlo. Podeis observarlo en la segunda foto.
A día de hoy esta como veis en la tercera foto. He decidido dejarlo libre y no pinzar nada este año, para ver como se comporta. Quiero saber cuales son sus reacciones antes de hacer nada. El año pasado tuvo algo de oidio que conseguí parar pero que debilitó bastante el árbol, asi que pienso que si dejo que el almendro no sufra ingún parón y desarrolle bien sus raices tendrá más fuerza para afrontar todo lo que le espera.
Digamos que dejaré que el árbol me indique el camino que desea seguir.

domingo, 1 de abril de 2012

Me muevo

A pesar de todo, continuo, y hago caso a la vocecilla mia que parece contradecir a todos los que me rodean. Pobres, no saben mirar.
Podeis ver las fotos de la exposición en este enlace: http://bonsaicervantes.blogspot.com.es/
O en este otro: http://pasoya.blogspot.com.es







Yo por mi parte os muestro alguno de los trasplantes que me han dejado hacer estos dos últimos meses. Los árboles ya los conoceis, y los dos primeros, el roble y el membrillo, los expuse en la muestra de Bonsaicervantes.

Del roble os diré que he cometido un error en el trasplante, pues la precipitación y los nervios han hecho que no ajustara del todo bien la posición correcta del árbol con respecto al frente, que sería un poco más levantado de la izquierda y un poco más adelantado hacía el que observa. De todas formas, viendo la reacción del árbol tras el trasplante tengo una cierta satisfacción. Las raices no estaban para tirar cohetes, y considerando que es el primer trasplante que le hago despues de su compra, y que el sustrato era turba comercial con algo de volcánica, me doy el aprobado. Por cierto, proviene de un acodo, que curioso, no me lo esperaba de este tipo de árbol, que según tengo entendido responde muy bién a la recuperación. Lo mismo estoy yo equivocado... No he encontrado la maceta que andaba buscando; cuando encontraba el color, el tamaño no era el idoneo y viceversa. Al final escogí esta, más grande de lo que debería si nos atenemos al diseño, pero que le vendrá bien, ahora que he visto las raices.

Con respecto al membrillo, he conseguido encajarlo en una maceta que está muy cerca de la ideal en cuanto a tamaño. El color tampoco me disgusta, hará buen contraste con el color de las hojas en otoño. Me ha regalado una floración espectacular este mes, pero le he quitado todas las flores ya, para no debilitarlo, algo que no hay manera de que entienda ni mi mujer ni mi madre. El objetivo ahora es la ramificación.


El trasplante de la piracantha ha sido de los más sencillos, puesto que las raices ya las tiene más o menos radiadas y planas y además se trataba de utilizar una maceta más profunda. No se si he terminado de acertar con el color, ya que el rojo se repetirá cuando salgan los frutos. La forma si me gusta.






La higuera que el verano pasado compré en Mistral ha sido un suplicio. También procede de un acodo, pero la mayoría de las raices estaban en el lado derecho y eran excesivamente gruesas. Le he quitado muchas, tantas que pensaba que no respondería. ¿Porque le pondrá Mistral este sustrato a los árboles? Es una pregunta retórica, no soy tan ingenuo. Ya parece que no se ha resentido mucho, porque brota sin problemas.
Me gusta su movimiento en el primer tercio, y la maceta le va que ni pintada.
Diez puntos al que vea al gatito con la extraña cornamenta.