domingo, 9 de marzo de 2014

Los bonsais del Real Jardín Botánico de Madrid. Parte 1.

Cada vez que vengo al Botánico me repito lo mismo, 'no se porque no vengo más a menudo'. Hoy me propuse ver los árboles con más detalle, y fotografiarlos a conciencia, de manera que pueda extraer alguna enseñanza extra.
En el libro 'bonsái, escultura y naturaleza', de Luis Vallejo, podemos ver algunos de estos árboles pero hace catorce o quince años, creo yo. Es una delicia llegar a casa y volver a leer este libro habiendo visto estos árboles en el Jardín Botánico.
Os voy a mostrar algunas de las fotos que he hecho, y de paso iré comentando algunas cosas interesantes a mi parecer. El orden en que os los mostraré  será el mismo en el que me los he ido encontrando según avanzaba hacia la terraza final, en forma de plaza y con un lago en el centro.
Por anticipado pido disculpas por los errores que pueda cometer pues todavía hay especies que no conozco y en algunos casos la etiqueta identificativa del árbol brillaba por su ausencia.

Empiezo con un buxus sempervirens, situado en una zona bastante sombría que no permite a un fotografo amateur como yo, hacer una foto decente. A mi particularmente no me gusta esta especie. Tanto en este árbol como en otros del Jardín, me llama la atención que se les saca muchísimo provecho a árboles que a priori apenas tienen dinamismo. El resultado en todos los casos (según la opinión de un humilde aficionado) es espectacular, y la foto no lo puede expresar en su totalidad.



Las hayas tampoco me apasionan, pero me quedaba con esta. Se me pasa por la cabeza que vivo obsesionado con la rama perfecta en mis árboles, para no conseguirla nunca, y aquí la cosa va de lo natural me parece a mi. Debo relajarme.




Este arce palmatum me impresiona por su silueta perfecta. Me fijo en los tensores. ¿Rejillas para protejer la corteza? Que curioso. La maceta tan plana me recuerda las palabras de Escohotado sobre que había plantado mi membrillero en una maceta más apropiada para un arce. Está muy avanzado en su brotación.






Este espino, majuelo o crataegus monogima, lo conozoco yo. Sale en el libro de Vallejo. Lo recuerdo exactamente igual y me sorprende. No ha evolucionado, apenas hay ramificación fina. Pienso que lo mismo ha pasado alguna enfermedad, no se... El árbol en si no es el paradigma de bonsai ideal, pero en mi opinión posee mucha fuerza y caracter. Esa rama principal tan potente descuadra el diseño del más purista. Lo que no entiendo es que hayan dejado ese monton de ramas gruesas al final. Me recuerda a los árboles de Walter Pall. Me voy un poco confuso con este ábol, da la sensación de que ha estado abandonado un tiempo.








Este prunus me deja boquiabierto. ¿O es un manzano? La duda me hace sentir ridículo, pero he de ser sincero.
Supongo que me gusta tanto porque es tremendamente evocador (si os parece cursi cambiad de blog) y eso es lo que para mi es el bonsai. Cuando un árbol dice mucho más de lo que se observa a simple vista. Es casi como si lo pudieras leer y así descubrirle cosas poco a poco.
No conozco los prunus mahaleb, esa especie que dicen que se va a poner de moda en el mundo del bonsai, sobre todo en los próximos años, pero digo yo que este será uno de esos. Al principio pienso en un almendro, pero la corteza me hace dudar por que los prunus dulcis la tienen más negra...
Releyendo el libro de Vallejo descubro que la maceta en la que está, es la misma que tenía antes un manzano que aparece en el catálogo con el numero 62.











Todavía ando pensando en el ábol anterior cuando veo esta picea. El primer tercio no es que sea gran cosa pero lo suple la espectacularidad del verde. Me imagino que tiene que ser muy dificil de trabajar este árbol. Me fijo en los innumerables tensores.



Rezo para que no venga mi mujer a preguntarme si me queda mucho. Otro ejemplo de que se puede hacer un arbol brutal con muy poco movimiento pienso que es esta sabina. Me recreo en como el diseño del verde con su rama principal ha conseguido equilibrar el resto del árbol que pudiera parecer que se cae hacia la izquierda.



Otro árbol que aparece en el famoso libro de Luis Vallejo, este pseudocydonia sinensis. Este si que ha evolucionado espectacularmente, sobre todo en la ramificación.




Encuentro una zona restringida en la que suelo quedarme siempre un ratín, a ver si logro ver entre bastidores... Aquí tienen árboles en formación que no están expuestos. Intento enfocar varias veces a ver si pillo algún detalle...



2 comentarios:

  1. Es una visita que tengo pendiente. En mi próximo viaje a Madrid iré sin falta. Gracias por enseñar las fotos.
    Un abrazo

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    1. Pues no te arrepentirás. No hay mucha gente que disfrute con esto, pero para los que lo hacemos Madrid es un gran lugar.
      Gracias por el comentario.

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